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viernes, 27 de agosto de 2010

Long past gone (2)

Otra de las desilusiones que podríamos tener al regresar al pasado es descubrir que algunos de nuestros recuerdos más queridos son meras ilusiones, nuestra memoria es una hija de puta que elimina cosas desagradables y adorna las agradables con colores brillantes y nada realistas...
En el caso de querer regresar y cambiar nuestro pasado de forma activa, esto es, teniendo una actividad programada, como el evitar casarnos con la persona "equivocada", puede que haya que pensarlo dos veces ya que es más que obvio que si cambiamos esa decisión, toda nuestra vida a partir de ese momento sera totalmente distinta y puede que esa vida lleve a una asquerosa, terrible y agonizante muerte el día siguiente. A parte, si con esa pareja tenemos un hijo muy querido, también acabaríamos mandándolo hacia el olvido junto con la pareja.

Esas y otras razones da I.Asimov para que nos alegremos de que los viajes al pasado son imposibles.
Creo que leí y escribí todo esto para convencerme que seguir recordando los buenos tiempos es más dañino que alentador. Supongo que debo ya empezar a enfrentar la realidad y salir (o morir) con la frente en alto, aunque eso implique correr el riesgo de implotar debido a los bajos niveles de energía y entusiasmo que poseo en estos momentos de decepción...

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